Iglesia Adventista, El Papel de la Música.
La Música juega un papel muy importante en el tema de la adoración a nuestro Dios por lo tanto haríamos bien en tomar en cuenta los consejos de nuestra hermana Elena G. de White. Les invitamos a investigar con humildad y que nuestro Dios nos guíe a descubrir la verdad y entonces darle la adoración como solo él merece...
El poder del canto. La historia de los cantos de la Biblia
está llena de sugerencias en cuanto a los usos y beneficios de la música y el
canto. A menudo se pervierte la música haciéndola servir a malos propósitos y
de ese modo llega a ser uno de los agentes más seductores de la tentación.
Pero, debidamente empleada, es un precioso don de Dios, destinado a elevar los
pensamientos a temas más nobles, a inspirar y elevar el alma.
Así como los israelitas cuando andaban por el desierto
alegraron su camino con la música del canto sagrado, Dios invita a sus hijos de
hoy a alegrar por el mismo medio su vida de peregrinaje. Pocos medios hay más
eficaces para grabar sus palabras en la memoria, que el de repetirlas en el
canto. Y un canto tal tiene un poder maravilloso. Tiene poder para subyugar
naturalezas rudas e incultas; para avivar el pensamiento y despertar simpatía;
para promover la armonía de acción y desvanecer la melancolía y los
presentimientos que destruyen el valor y debilitan el esfuerzo.
Es uno de los medios más eficaces para grabar en el corazón
la verdad espiritual. Cuán a menudo recuerda la memoria al alma oprimida y
pronta a desesperar, alguna palabra de Dios, tema olvidado de algún canto de
infancia, y las tentaciones pierden su poder, la vida adquiere nuevo
significado y nuevo propósito, y se imparte valor y alegría a otras almas.
Nunca se debería perder de vista el valor del canto como
medio educativo. Cántese en el hogar cantos dulces y puros, y habrá menos
palabras de censura y más de alegría, esperanza y gozo. Cántese en la escuela,
y los alumnos serán atraídos más a Dios, a sus maestros, y los unos a los
otros.
Como parte del servicio religioso, el canto no es menos
importante que la oración, en realidad, más de un canto es una oración. Ed,
167-168.
Un arma contra el desánimo: Si hubiera mucho más alabanza
al Señor y mucho menos tristes relatos de desánimos, se ganarían muchas más
victorias. Carta 53, 1896. Ev, 364.
Tributemos alabanza y acción de gracias por medio del canto.
Cuando nos veamos tentados, en vez de dar expresión a nuestros sentimientos,
entonemos con fe un himno de acción de gracias a Dios.
El canto es un arma que siempre podemos esgrimir contra el
desaliento. Abriendo así nuestro corazón a los rayos de luz de la presencia del
Salvador, encontraremos salud y recibiremos su bendición. MC, 196 (1905).
Grabar la verdad espiritual. El canto es uno de los medios más eficaces para grabar la verdad espiritual en el corazón. A menudo por las palabras de un canto sagrado han nacido sentimientos de contrición y de fe. RH, Junio 6, 1912.
Para conservar la experiencia cristiana. Por la noche y
por la mañana uníos con vuestros hijos en el culto a Dios, leyendo su Palabra y
cantando sus alabanzas. Enseñadles a repetir la ley de Dios. Respecto de los
mandamientos los israelitas recibieron esta instrucción: "Y las repetirás
a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y
al acostarte, y cuando te levantes." De acuerdo con estas palabras, Moisés
instruyó a los israelitas a ponerles música a las palabras de la ley. Mientras
los niños mayores tocaban instrumentos musicales, los menores marchaban y
cantaban en concierto el cántico de los mandamientos de Dios. En los años
subsiguientes retenían en su mente las palabras de la ley que aprendieran
durante la niñez.
Si era esencial para Moisés encarnar los mandamientos en el
cántico sagrado, de manera que cuando marcharan por el desierto los niños
pudieran aprender la ley versículo por versículo, cuan esencial es en este
tiempo enseñar a nuestros hijos la Palabra de Dios. Acudamos en ayuda del
Señor, instruyendo a nuestros hijos a guardar los mandamientos al pie de la
letra. Hagamos todo lo que esté de nuestra parte para hacer música en nuestro
hogar. Ev, 364-365.
Para hacer el trabajo agradable. Alegrad vuestro trabajo
con cantos de alabanza. CN, 136.
Aleja al enemigo.-- Vi que debemos levantarnos cada día y
dominar los poderes de las tinieblas. Nuestro Dios es poderoso. Vi que el canto
de gloria a Dios a menudo alejaba al enemigo, y el alabar a Dios lo hacía retroceder
y nos daba la victoria. --Carta 5, 1850.
El canto ayudó a Jesús a resistir al enemigo. Cuando Cristo era niño, como estos niños que están aquí, fue tentado a pecar, pero no se rindió a la tentación. Cuando llegó a tener más edad, fue tentado, pero los cantos que su madre le había enseñado a entonar acudían a su mente, y El elevaba su voz en alabanza. Y antes de que sus compañeros lo advirtieran estaban cantando juntamente con él. Dios quiere que usemos toda facilidad que el cielo nos ha proporcionado, para resistir al enemigo. Ev, 363.
Trayendo la alegría del cielo. El alba le encontraba a menudo en algún retiro, sumido en la meditación, escudriñando las Escrituras, o en oración. Con su canto daba la bienvenida a la luz del día. Con himnos de acción de gracias amenizaba las horas de labor, y llevaba alegría del cielo a los rendidos por el trabajo y a los descorazonados. MC, 34.
El cantó cantos de alabanza. A menudo expresaba su
alegría cantando salmos e himnos celestiales. A menudo los moradores de Nazaret
oían su voz que se elevaba en alabanza y agradecimiento a Dios. Mantenía
comunión con el cielo mediante el canto; y cuando sus compañeros se quejaban
por el cansancio, eran alegrados por la dulce melodía que brotaba de sus
labios. Sus alabanzas parecían ahuyentar a los malos ángeles, y como incienso,
llenaban el lugar de fragancia. La mente de los que le oían se alejaba del
destierro que aquí sufrían para elevarse a la patria celestial. DTG, 54.
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