jueves, 11 de mayo de 2017

EL DÍA QUE LLOVIÓ

Hace no pocos días, tuve la oportunidad de vivir un suceso que por demás fue curioso y a la vez maravilloso y a todas luces un verdadero milagro, vivo en una región de Chile que limita por el norte con el desierto de Atacama, el desierto más árido del planeta y donde no precipita lluvia en ningún día del año, ni aun en el invierno más frío, sin embargo un fenómeno natural extraño fue pronosticado en este lugar, se avecinaba un frente frío con características de ser un temporal, la población se preparó para tan magno evento, las personas reforzaban sus viviendas preparaban sus calles para esperar la lluvia, la cual de acuerdo a los pronósticos dejaría lo que podría ser la cantidad de agua muy importante a su paso, la expectación era grande, el nerviosismo y la ansiedad se apodero de toda la población, finalmente aquel día miércoles a las 19:30 horas la lluvia llego, la gente salía a las calles de forma masiva, hombres mujeres y niños se reunían en las calles para ver caer la lluvia y saltaban, gritaban, lloraban, ponían las palmas de las manos y el rostro hacia el cielo para sentir las gotas golpear su piel con delicadeza, era como si para ellos fuera un verdadero festival, muy extrañado de ver la actitud de las personas decidí investigar  porque las personas estaban en tal frenesí y su respuesta me asombro, señor yo jamás había visto la lluvia me dijo un hombre,  entonces comprendí; me vi rodeado por cientos de personas que no conocían la lluvia, que jamás vieron llover, habían oído hablar de la lluvia o la habían visto en fotos o en televisión, pero nunca en sus vidas la habían presenciado, aquella maravillosa tarde de lluvia pude comprender muchas cosas, al ver el rostro de todas esas personas su alegría desbordada su ansiedad y su temor recordé un pasaje de la Biblia que me recordaba que la lluvia es una bendición y un dádiva de Dios, que hombres como yo acostumbrados a la lluvia en nuestra patria olvidamos que es una regalo del Señor, cuan poco valoramos aquellas cosas que Dios nos da en abundancia y a través de las cuales nos recuerda su amor y su misericordia, y tu ya reflexionaste acerca de como Dios te Bendice a diario?    Piénsalo!!!

Jer 14:22  ¿Hay acaso entre los ídolos paganos alguno que pueda hacer llover?
¿Acaso el cielo envía los aguaceros por sí mismo?
¡No, Señor y Dios nuestro!
Tú eres quien los envía,
tú eres quien hace todas estas cosas;
¡por eso esperamos en ti!

Diego

No hay comentarios:

Publicar un comentario